LITURGIA DA PALAVRA

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Daniel Cueva Casanova
Liturgia del día: Primera Lectura, Salmo, Evangelio y Reflexión.
6º Semana de Pascua 3 de Junio de 2011
Exhortación Junio
Liturgia del día: Primera Lectura, Salmo, Evangelio y Reflexión.
6º Semana de Pas...cua 3 de Junio de 2011

Liturgia de las Horas: 2da. Semana del Salterio
Color: Blanco
Santoral

•Santos Carlos Lwanga, Jose Mkasa y sus Compañeros

Lecturas de la liturgia
•Primera Lectura: Hechos 18, 9-18
"Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo"
Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión:
«No temas, sigue hablando, no te calles, porque yo estoy contigo y nadie intentará hacerte mal. En esta ciudad hay muchos que llegarán a formar parte de mi pueblo».
Pablo permaneció en Corinto un año y medio, enseñando la palabra de Dios.
Mientras Galión era el procónsul de Acaya, los judíos conspiraron contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal con esta acusación:
«Este trata de persuadir a los hombres para que den culto a Dios en contra de la ley».
Pablo se disponía a hablar, cuando Galión dijo a los judíos:
«Si se tratara de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía con detenimiento; pero tratándose de cuestiones referentes a su propia ley, allá ustedes. Yo no quiero ser juez de esas cosas».
Y los echó del tribunal.
Entonces todos ellos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon frente al tribunal. Pero Galión no hizo caso de lo que pasaba.
Pablo se quedó todavía bastante tiempo en Corinto. Después se despidió de los hermanos y se embarcó rumbo a Siria, acompañado de Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza para cumplir un voto que había hecho.



•Salmo Responsorial: 46
"Dios es el Rey del universo."
Todos los pueblos, aplaudan; aclamen a Dios con gritos de alegría. Porque el Señor es grande y temible, es el rey de toda la tierra.
R. Dios es el Rey del universo.

El nos somete los pueblos y pone las naciones bajo nuestros pies. El eligió nuestra heredad, orgullo de Jacob, su amado.
R. Dios es el Rey del universo.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al sonido de las trompetas; toquen para Dios, toquen para nuestro rey, toquen.
R. Dios es el Rey del universo.



•Evangelio: Juan 16, 20-23a
"Nadie podrá quitarles su alegría"
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo les aseguro que ustedes llorarán y gemirán, mientras que el mundo se sentirá satisfecho; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, siente tristeza, porque le ha llegado la hora; pero cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y está contenta por haber traído un niño al mundo. Pues lo mismo ustedes: de momento están tristes; pero volveré a verlos y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar. Cuando llegue ese día, ya no tendrán necesidad de preguntarme nada».



Reflexión:
San Pablo camina hacia el martirio, pero antes, nuevamente tiene la presencia de Dios, Es El Mismo Jesús El que se le aparece en una visión para animarlo a seguir en la lucha ¡Que dicha! ¡Tener la presencia de Dios en tu vida!… ¡y que te anime!... ¡Dios mío, qué grande Es Tu misericordia! Son tiempos en que el mundo condenaba a quienes profesaban otra fe que no era del lugar, sigue avanzando el tiempo, y nuevamente continúa las matanzas a cientos y miles de mártires que por solo declararse cristianos son martirizados a golpes de palos y piedras hasta la muerte misma. Grande es la lucha de nuestros hermanos que entregan su vida hasta este nuevo milenio tercero en el que seguimos viviendo, pero también es cierto como jefes de estado o de regiones como desde antiguo con el mismo Poncio Pilatos, pasando por éste otro Galión, precónsul de Acaya, se niega a interpelar a favor de lo que es válido, que se pueda profesar cualquier otra fe, y mientras se niega a querer resolver algún litigio entre un converso cristiano como Pablo y los de Corinto que pedían justicia de sentencia y condena contra el Apóstol de los gentiles, Galión por su parte da la espalda al problema y se “lava las manos como Pilatos”. Hasta ahora se siguen manifestando los pilatos que se niegan a resolver este gran tormento que pasan desde jóvenes hasta familias con niños y ancianos que son muertos por extremistas musulmanes y de otras creencias, solo por el hecho de que se proclamen cristianos. Es así como La Palabra de Dios no pasa, pues Es Eterna; pero aunque el Demonio sigue vigente en las mentes de los malvados, éste no será eterno en los hijos de Dios, porque tenemos la fiel promesa de nuestro Señor: «Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ti».



Y el Salmo 46 cuando nos dice: «Porque el Señor es grande y temible, es el rey de toda la tierra». No se contradice en nada aún cuando los malvados ejecutan a los cristianos; pues, Dios Mismo tampoco desamparó a Su Hijo Único, Jesucristo nuestro Señor, porque al igual que a su Hijo, después del tormento de La Cruz Benditísima, a Sus hijos dispersos por el mundo que mueren en el martirio por los paganos, Dios les abre las puertas del Cielo, y con muchos más privilegios y un convivio más cerca que si no hubiesen sido martirizados, por aquello que nos dice : «Porque él no ha mirado con desdén ni ha despreciado la miseria del pobre: no le ocultó su rostro y lo escuchó cuando pidió auxilio. Los pobres comerán hasta saciarse. Hablarán del Señor a la generación futura, anunciarán su justicia a los que nacerán después, porque esta es la obra del Señor». (Sal. 22, 25. 27. 32)



Aún cuando en el primer versículo del mismo capítulo dice lo que Jesús dijo en La Cruz: ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?



Por tanto, esta sentencia y promesa profética del salmista que nos da el salmo 22, nos refiere que ante La Cruz que tengamos, Dios nos prepara caminos de santidad y Él así gobierna en el mundo de los malvados, aún cuando estos se creen triunfadores, lo único que han hecho es cavar más su tumba en La Condena Eterna y un gran favor les han hecho a los hijos de Dios paradójicamente, pues, los han hecho santos mártires y en consecuencia a una cercanía más íntima en el Cielo donde la Vida Es Eterna, y no termina en el martirio.



Por ello, El Sagrado Evangelio nos dice: «Yo les aseguro que ustedes llorarán y gemirán, mientras que el mundo se sentirá satisfecho; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría»… sentencia El Divino Maestro, Quien profetiza lo que muchos tendremos que pasar por causa del Sagrado Evangelio, es así como todos los católicos fieles y practicantes de La Sagrada Doctrina de La Iglesia somos martirizados, escandalizados, atormentados, separados, etc. de los grupos de gentes del mundo; pues, estamos en el mundo pero no somos del mundo, dice El Señor.



Y continúa el Divino Redentor y Maestro: «de momento están tristes; pero volveré a verlos y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar»…, y cuando dice: «de momento están tristes»… nos está diciendo que la tristeza es en este mundo, pues, como reza La Salve: «Aquí suspiramos gimiendo y llorando en éste valle de lágrimas»... porque éste mundo es un valle de lágrimas a saber:

1. O porque los hombres aún no conocen a Dios y son esclavos del pecado; y aunque viven en su vida de libertinaje pensando que su alegría es sin par, la podredumbre de sus almas les darán un gran tormento en El juicio Final.



2. O porque aún estando los hombres en el camino del Señor, los malvados atentan contra ellos, o Dios les manda pruebas; y en cualquiera de los dos casos, el alma es purificada y se vuelve más digna de la presencia del Señor.



Y cuando nos dice el Señor: «pero volveré a verlos»… ya nos está adelantando la promesa de la Vida Eterna, por ello continua: «y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar»… y esta es una gran esperanza en la que debemos anclar todos los hijos de Dios y hombres de buena voluntad, que nuestra alegría verdadera no está en este mundo, sino, en La Vida Eterna, o ¿alguien puede negar que hay mayor felicidad en El Paraíso que en el mundo? Que aunque no lo hayamos conocido, sabemos que cuando tenemos una pequeña presencia de Dios en nuestras vidas cuando elevamos una plegaria sentimos paz en nuestros corazones, entonces, ¿cuánto más no será la presencia plena en El Paraíso que es La Misma Casa de Dios? Así es como se deposita en nuestras almas, la esperanza de La Vida Eterna, por ello dice: «una alegría que nadie les podrá arrebatar»… porque ya estando en El Paraíso prometido, ya nada nos quitará de la presencia del Señor; pues, toda alegría arrebatada fue en el mundo, para sufrir a causa del Sagrado Evangelio, por ello pregunto: ¿A caso alguien puede decir que a algún santo o bienaventurado del cielo, se le arrebata de la presencia de Dios? A esto respondemos, que si, "por así decirlo", porque es un tormento; es decir, realmente no se ha salido de la presencia de Dios, pero el tormento por el mal del hombre en el mundo hace que los seres del Cielo queden como si por su estremecimiento por los horrores del mundo queden petrificados, pero esto es pasajero, porque en El Cielo hay gozo Real. Y aun habiendo maldad en el mundo Dios Se quiebra en dolor y su Sacratísimo Corazón Se conduele con ellos, Sus hijos que están en la miseria y La Condean Eterna y los atribulados; y por tanto, lo mismo ocurre con los santos, bienaventurados y ángeles del Cielo; pues, si Dios tiene tormentos, ellos también los tienen y nosotros en el mundo también los tenemos como Iglesia unida que somos (Iglesia Triunfante y Militante. Pero digo que es pasajera esta desdicha y que no es continua. Y es pasajera, en el sentido que cuando llegue El Hijo del hombre a dar sentencia en El Juicio Final, solo habrá Condena Eterna y Vida Eterna. Condena Eterna tendrán quienes sufrirán eternamente y Vida Eterna los que se alegrarán eternamente, por ello dice: «una alegría que nadie les podrá arrebatar»…, por ello El Divino Maestro y Salvador sentencia finalmente en este pasaje bíblico: «Cuando llegue ese día, ya no tendrán necesidad de preguntarme nada»…, porque al final todo habrá sido revelado por la gran promesa que nos dice: «Y verán a Dios tal cual Es»



¡Cristo ha resucitado. Aleluya, aleluya!


(Por favor comparte esta información con toda tu red de contactos, muchos lo pueden necesitar; pues, El Señor Está llamando a la puerta. Ap. 3, 20.)Ver mais
Por: Daniel Cueva Casanova..
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Daniel Cueva Casanova Liturgia de las Horas: 2da. Semana del Salterio
Color: Blanco
Santoral

•Santos Carlos Lwanga, Jose Mkasa y sus Compañeros
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Lecturas de la liturgia
•Primera Lectura: Hechos 18, 9-18
"Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo"
Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión:
«No temas, sigue hablando, no te calles, porque yo estoy contigo y nadie intentará hacerte mal. En esta ciudad hay muchos que llegarán a formar parte de mi pueblo».
Pablo permaneció en Corinto un año y medio, enseñando la palabra de Dios.
Mientras Galión era el procónsul de Acaya, los judíos conspiraron contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal con esta acusación:
«Este trata de persuadir a los hombres para que den culto a Dios en contra de la ley».
Pablo se disponía a hablar, cuando Galión dijo a los judíos:
«Si se tratara de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía con detenimiento; pero tratándose de cuestiones referentes a su propia ley, allá ustedes. Yo no quiero ser juez de esas cosas».
Y los echó del tribunal.
Entonces todos ellos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon frente al tribunal. Pero Galión no hizo caso de lo que pasaba.
Pablo se quedó todavía bastante tiempo en Corinto. Después se despidió de los hermanos y se embarcó rumbo a Siria, acompañado de Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza para cumplir un voto que había hecho.

•Salmo Responsorial: 46
"Dios es el Rey del universo."
Todos los pueblos, aplaudan; aclamen a Dios con gritos de alegría. Porque el Señor es grande y temible, es el rey de toda la tierra.
R. Dios es el Rey del universo.

El nos somete los pueblos y pone las naciones bajo nuestros pies. El eligió nuestra heredad, orgullo de Jacob, su amado.
R. Dios es el Rey del universo.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al sonido de las trompetas; toquen para Dios, toquen para nuestro rey, toquen.
R. Dios es el Rey del universo.

•Evangelio: Juan 16, 20-23a
"Nadie podrá quitarles su alegría"
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo les aseguro que ustedes llorarán y gemirán, mientras que el mundo se sentirá satisfecho; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, siente tristeza, porque le ha llegado la hora; pero cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y está contenta por haber traído un niño al mundo. Pues lo mismo ustedes: de momento están tristes; pero volveré a verlos y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar. Cuando llegue ese día, ya no tendrán necesidad de preguntarme nada».Ver mais
há 19 horas · GostoNão gosto · 3 pessoasA carregar....Daniel Cueva Casanova Reflexión:
San Pablo camina hacia el martirio, pero antes, nuevamente tiene la presencia de Dios, Es El Mismo Jesús El que se le aparece en una visión para animarlo a seguir en la lucha ¡Que dicha! ¡Tener la presencia de Dios en tu vida!… ¡y... que te anime!... ¡Dios mío, qué grande Es Tu misericordia! Son tiempos en que el mundo condenaba a quienes profesaban otra fe que no era del lugar, sigue avanzando el tiempo, y nuevamente continúa las matanzas a cientos y miles de mártires que por solo declararse cristianos son martirizados a golpes de palos y piedras hasta la muerte misma. Grande es la lucha de nuestros hermanos que entregan su vida hasta este nuevo milenio tercero en el que seguimos viviendo, pero también es cierto como jefes de estado o de regiones como desde antiguo con el mismo Poncio Pilatos, pasando por éste otro Galión, precónsul de Acaya, se niega a interpelar a favor de lo que es válido, que se pueda profesar cualquier otra fe, y mientras se niega a querer resolver algún litigio entre un converso cristiano como Pablo y los de Corinto que pedían justicia de sentencia y condena contra el Apóstol de los gentiles, Galión por su parte da la espalda al problema y se “lava las manos como Pilatos”. Hasta ahora se siguen manifestando los pilatos que se niegan a resolver este gran tormento que pasan desde jóvenes hasta familias con niños y ancianos que son muertos por extremistas musulmanes y de otras creencias, solo por el hecho de que se proclamen cristianos. Es así como La Palabra de Dios no pasa, pues Es Eterna; pero aunque el Demonio sigue vigente en las mentes de los malvados, éste no será eterno en los hijos de Dios, porque tenemos la fiel promesa de nuestro Señor: «Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ti».

Y el Salmo 46 cuando nos dice: «Porque el Señor es grande y temible, es el rey de toda la tierra». No se contradice en nada aún cuando los malvados ejecutan a los cristianos; pues, Dios Mismo tampoco desamparó a Su Hijo Único, Jesucristo nuestro Señor, porque al igual que a su Hijo, después del tormento de La Cruz Benditísima, a Sus hijos dispersos por el mundo que mueren en el martirio por los paganos, Dios les abre las puertas del Cielo, y con muchos más privilegios y un convivio más cerca que si no hubiesen sido martirizados, por aquello que nos dice : «Porque él no ha mirado con desdén ni ha despreciado la miseria del pobre: no le ocultó su rostro y lo escuchó cuando pidió auxilio. Los pobres comerán hasta saciarse. Hablarán del Señor a la generación futura, anunciarán su justicia a los que nacerán después, porque esta es la obra del Señor». (Sal. 22, 25. 27. 32)

Aún cuando en el primer versículo del mismo capítulo dice lo que Jesús dijo en La Cruz: ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?

Por tanto, esta sentencia y promesa profética del salmista que nos da el salmo 22, nos refiere que ante La Cruz que tengamos, Dios nos prepara caminos de santidad y Él así gobierna en el mundo de los malvados, aún cuando estos se creen triunfadores, lo único que han hecho es cavar más su tumba en La Condena Eterna y un gran favor les han hecho a los hijos de Dios paradójicamente, pues, los han hecho santos mártires y en consecuencia a una cercanía más íntima en el Cielo donde la Vida Es Eterna, y no termina en el martirio.

Por ello, El Sagrado Evangelio nos dice: «Yo les aseguro que ustedes llorarán y gemirán, mientras que el mundo se sentirá satisfecho; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría»… sentencia El Divino Maestro, Quien profetiza lo que muchos tendremos que pasar por causa del Sagrado Evangelio, es así como todos los católicos fieles y practicantes de La Sagrada Doctrina de La Iglesia somos martirizados, escandalizados, atormentados, separados, etc. de los grupos de gentes del mundo; pues, estamos en el mundo pero no somos del mundo, dice El Señor.

Y continúa el Divino Redentor y Maestro: «de momento están tristes; pero volveré a verlos y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar»…, y cuando dice: «de momento están tristes»… nos está diciendo que la tristeza es en este mundo, pues, como reza La Salve: «Aquí suspiramos gimiendo y llorando en éste valle de lágrimas»... porque éste mundo es un valle de lágrimas a saber:

1. O porque los hombres aún no conocen a Dios y son esclavos del pecado; y aunque viven en su vida de libertinaje pensando que su alegría es sin par, la podredumbre de sus almas les darán un gran tormento en El juicio Final.

2. O porque aún estando los hombres en el camino del Señor, los malvados atentan contra ellos, o Dios les manda pruebas; y en cualquiera de los dos casos, el alma es purificada y se vuelve más digna de la presencia del Señor.

Y cuando nos dice el Señor: «pero volveré a verlos»… ya nos está adelantando la promesa de la Vida Eterna, por ello continua: «y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar»… y esta es una gran esperanza en la que debemos anclar todos los hijos de Dios y hombres de buena voluntad, que nuestra alegría verdadera no está en este mundo, sino, en La Vida Eterna, o ¿alguien puede negar que hay mayor felicidad en El Paraíso que en el mundo? Que aunque no lo hayamos conocido, sabemos que cuando tenemos una pequeña presencia de Dios en nuestras vidas cuando elevamos una plegaria sentimos paz en nuestros corazones, entonces, ¿cuánto más no será la presencia plena en El Paraíso que es La Misma Casa de Dios? Así es como se deposita en nuestras almas, la esperanza de La Vida Eterna, por ello dice: «una alegría que nadie les podrá arrebatar»… porque ya estando en El Paraíso prometido, ya nada nos quitará de la presencia del Señor; pues, toda alegría arrebatada fue en el mundo, para sufrir a causa del Sagrado Evangelio, por ello pregunto: ¿A caso alguien puede decir que a algún santo o bienaventurado del cielo, se le arrebata de la presencia de Dios? A esto respondemos, que si, "por así decirlo", porque es un tormento; es decir, realmente no se ha salido de la presencia de Dios, pero el tormento por el mal del hombre en el mundo hace que los seres del Cielo queden como si por su estremecimiento por los horrores del mundo queden petrificados, pero esto es pasajero, porque en El Cielo hay gozo Real. Y aun habiendo maldad en el mundo Dios Se quiebra en dolor y su Sacratísimo Corazón Se conduele con ellos, Sus hijos que están en la miseria y La Condean Eterna y los atribulados; y por tanto, lo mismo ocurre con los santos, bienaventurados y ángeles del Cielo; pues, si Dios tiene tormentos, ellos también los tienen y nosotros en el mundo también los tenemos como Iglesia unida que somos (Iglesia Triunfante y Militante. Pero digo que es pasajera esta desdicha y que no es continua. Y es pasajera, en el sentido que cuando llegue El Hijo del hombre a dar sentencia en El Juicio Final, solo habrá Condena Eterna y Vida Eterna. Condena Eterna tendrán quienes sufrirán eternamente y Vida Eterna los que se alegrarán eternamente, por ello dice: «una alegría que nadie les podrá arrebatar»…, por ello El Divino Maestro y Salvador sentencia finalmente en este pasaje bíblico: «Cuando llegue ese día, ya no tendrán necesidad de preguntarme nada»…, porque al final todo habrá sido revelado por la gran promesa que nos dice: «Y verán a Dios tal cual Es»

¡Cristo ha resucitado. Aleluya, aleluya!